lunes, 7 de noviembre de 2011

LA HISTORIA DE LA "FAMILIA ROU"

Esta es la Historia de una familia común, de esas que existen en cualquier barrio de cualquier ciudad del país. Una familia que podría haber sido la tuya o la mía.

Esta familia, a la que llamaremos "FAMILIA ROU", a pesar de ser no demasiado grande, y bastante por debajo del nivel económico  de las demás familia del barrio, se destacaba por muchas cosas, como su cultura, su educación, su dedicación al trabajo y hasta por lo bien que se llevaban entre sí.

Su casa, era también más pequeña que la de los vecinos, pero siempre estaba limpia, ordenada y abierta a que los amigos vinieran a pasar un rato amable en su sala.

A todos los vecinos les agradaba eso, y tenían de la "FAMILIA ROU" un gran concepto. Tanto es así, que muchas veces, cuando en la casa de otros había un problema, venían a buscar consuelo o consejo en la "FAMILIA ROU". Incluso, más de una vez, la "FAMILIA ROU" logró, a base de pura charla, que dos familias del vecindario se reconciliasen.

Unos hijos de la "FAMILIA ROU" se destacaron mucho en el deporte, otros en la ciencia, otros en arte, así como en muchas disciplinas más. La "FAMILIA ROU" en verdad le ponía muchas ganas a lo que hacía. Sin lugar a dudas la "FAMILIA ROU" era una familia envidiable.

Sin embargo, se debía reconocer que su Cabeza de Familia, algunas veces le erraba en algunas decisiones, lo que hacía que la "FAMILIA ROU" se conmoviera un poco y lo llamara al orden, pero siempre en buena onda. El cabeza de Familia, a veces muy convencido y otras veces a regañadientes, terminaba por aceptar esas observaciones, y la calma se establecía en la familia, que convivía en paz.

Es cierto también que muchas veces el negocio familiar de la "FAMILIA ROU" (una pequeña carnicería complementada con una verdulería y venta de productos de lana) no marchaba demasiado bien, a veces porque los vecinos no compraban y otras veces por desaciertos administrativos, pero en esas ocasiones, la "FAMILIA ROU" se ajustaba el cinturón y tras algún que otro esfuerzo, lograban salir adelante y el sol volvía a brillar.

Todo seguía funcionando lo mejor posible.

Sin embargo, un día, uno de los hijos de la "FAMILIA ROU" se encandiló con cosas que sucedían en otros barrios, en otra familia. Al parecer en esa familia, se repartía entre todos todo lo que se producía, cosa que resultaba bastante simpática, y eso le impactó bastante a este muchacho. Tanto le llegó, que decidió pasar por alto otras cosas que pasaban en esas familia, como que el cabeza fuese demasiado autoritario y que encerrara en sus habitaciones a todo aquel hijo que pensara distinto a él. Tampoco advirtió que esa familia solía llevarse mal con el vecindario y que por eso terminó por ser cada vez menos lo que tenían para repartirse. Tampoco quiso ver que muchos hijos de esa familia decidían huir de la casa saltando el muro del fondo. Nada le importó y tanto fue el encandilamiento que se propuso imponer en su casa, el mismo modelo que vio en aquella familia.

Para lograr su cometido comenzó a desacreditar al Cabeza de familia, tratando que sus hermanos lo vieran como a una encarnación del mismo diablo. Usó todas las estrategias posibles, muchas de ellas sugeridas por aquella familia a la que él tanto admiraba.

Lamentablemente para sus intereses, muy pocos de sus hermanos le hicieron caso, y muy lejos de seguirle la corriente, decidieron dejarlo con sus cosas y berrinches, aceptándolo como algo más del entorno familiar, nada más. Esto enardeció bastante al "encandilado", y se propuso que si no lograba cambiar las cosas por las buenas, lo haría por las malas. Y es así que comenzó a hacer muchos disparates que conmovieron el ambiente familiar. Rompía jarrones, pintarrajeaba paredes, robaba el monedero de la mamá para comprar más pintura, e incluso llegó a encerrar a algún hermano en el gallinero. Aquella familia del otro barrio, le seguía dando ideas, e incluso le mandaban algo de dinero para que siguiera comprando bombas de estruendo, pinturas y otras cosas que él usaba en su propósito. Irónicamente el dinero que le mandaban se lo quitaban a sus propios hijos, por eso éstos, seguían saltando por el muro del fondo para cambiarse de barrio y de familia. Sin embargo el "encandilado" se seguía negando a verlo.

El cabeza de familia no demoró en llamarlo al orden y le dió una buena reprimenda, incluso lo puso en penitencia. Pero tanto lío había armado el "encandilado", tanto había ensuciado las paredes, tanto había robado, tanto había mellado la unión familiar, que uno de los hermanos, quien tenía mucha más fuerza física que los demás, entendió que el cabeza de familia había actuado con mano demasiado blanda y que él se tendría que hacer cargo del rumbo de la "FAMILIA ROU" para que nunca más volviese a suceder ese tipo de cosas.

Así es que el "FORTACHÓN" comenzó a hacerse cargo de cómo se harían las cosas en la "FAMILIA ROU", lo primero que hizo fue darle una tunda al "encandilado" y a algunos otros hermanos que lo miraban con cariño. Luego trató de remodelar el negocio familiar, así como las estructuras internas de la familia. pero, lamentablemente, ni por asomo el "FORTACHÓN" tenía lo necesario para hacerse cargo de todo eso. Se la había pasado toda su vida fortaleciendo músculo, pero eso no era suficiente. Quería mucho a su familia, pero eso tampoco era suficiente. Se quería mucho a sí mismo, y eso fue demasiado.

Las cosas no mejoraron lo que debían mejorar y la "FAMILIA ROU" pasó más de una década muy mal. No eran ni sombra de lo que habían sido, y todos sus integrantes deseaban volver a serlo.  Querían volver a tener lo que habían tenido,  volver a ser respetados como habían sido, sentir la libertad que habían sentido y el orgullo que habían gozado.

Por eso se decidieron a decirle al antiguo cabeza de familia, que volviera a hacerse cargo de la "FAMILIA ROU". Este aceptó de inmediato y se puso a trabajar.

Al poco tiempo los cambios se vieron. La "FAMILIA ROU" volvió a ser respetada en el vecindario, sus hijos volvieron a estudiar, a trabajar y a sentirse libres y orgullosos. Sin embargo el negocio familiar no volvió a ser lo que era. Todo el tiempo que se perdió durante el lío que armó el "encandilado" y las locuras de el "fortachón" fué demasiado, y con ese tiempo se perdieron muchísimas oportunidades. La familia no avanzó todo lo que debería haber avanzado, y no había más remedio que recuperar ese tiempo, trabajando más, gastando menos, haciendo más esfuerzo.

Muchos integrantes de la "FAMILIA ROU" lo aceptaron y lo hicieron, mientras que otros muchos (casi la mitad)  dijeron que lo que se les estaba exigiendo era demasiado, que el esfuerzo no valía tanto la pena, y que tal vez, "el encandilado" no haya estado tan equivocado.

El negocio familiar comenzó a recuperarse lentamente, a pesar de que ahora no todos los hijos estaban dispuestos a trabajar de la misma manera en que lo habían hecho antes. Para peor de males, algunos vecinos no manejaron muy bien sus cosas, els fue mal y dejaron de comprar carne, verduras y ropa de lana.

Así, entre que los de adentro no querían esforzarse y los de afuera no querían comprar,  el cabeza de familia debió tomar medidas muy extremas, pedir dinero prestado, reducir el gasto, y ponerse firme con los que no querían trabajar.

Esto terminó por irritar a unos cuantos y ya aquel "quizá no haya estado tan equivocado" se transformó en un "solo el encandilado puede salvarnos".

Y así, a pesar de los pesares y de lo que cualquiera se podría haber imaginado, fueron en grupo a decirle al "encandilado" que se hiciera cargo de la familia.

Ni lento ni perezoso, el "encandilado" se hizo cargo.

Repartió responsabilidades con todos aquellos hermanos que lo amaban incondicionalmente, aún cuando no fueran capaces de enfrentarse a lo que les encomendaba. Se trató de ganar la simpatía de todos poniendo caritas de bueno durante el primer tiempo, y después hablando como pueblerino. Vendió jarrones, cuadros, joyas y hasta dejó que algún que otro, llegado de otros barrios, se metiera en ciertas habitaciones de la casa, y allí pusiera carteles de "ESTO ES MIO".  A uno, por ejemplo, le dio permiso para que hiciera un enorme pozo en medio de la sala, a otro le permitió criar animalitos y venderlos en su provecho, a otro repartir computadoras entre todos los hermanitos pequeños pero a costo total de la "FAMILIA ROU", aunque ese dinero era necesario para tapar las goteras de las habitaciones de esos pequeños. A otro le perdonó que la casa fuese multada por estar sucia, y así, a muchos otros, dependiendo del favor que le hubiesen hecho, les permitió hacer lo que quisieran con la casa de la "FAMILIA ROU". Hasta intentó cambiar de lugar las cenizas del abuelo.

Las cosas se fueron poniendo aún mas espesas. A los mas viejitos les dijo que les iba a dar una asistencia médica de primera, pero luego les exigía que se pagasen los medicamentos y las ordenes para ver al médico. No le movió un pelo ver cómo algunos de los hermanos le robaban a otros, y hasta los dañaban. Y para peor de males comenzó a demostrar un autoritarismo digno de el "fortachón", pero no con los malos hermanos, sino con los que trabajaban.

También salió a visitar a los vecinos, y volvió diciendo que ellos estaban locos de contentos con él...sin embargo resulta inquietante oír, a través de las paredes, que los vecinos se reían del "encandilado".

Lo peor resultó cuando se descubrió que el "encandilado", temiendo que uno de los vecinos le rompiera la medianera, salió a otro barrio a buscar ayuda con alguien poderoso de esa zona, al que no habría que facilitarle entrar tan fácil en la casa, pues por lo general cuando entra algo de valor se lleva. Además, el vecino se enteró, y está más enojado que nunca con la "FAMILIA ROU", tanto que hasta se ha ocupado de difamarla en otros barrios.

¿Qué como sigue hoy la "FAMILIA ROU"?

Pues qué les diré?, a mi parecer las cosas no van tan bien, pues aunque el "encandilado" dice que los problemas que están sucediendo en la economía familiar de otros barrios jamás habrían de incidir en los de ésta familia, no tuvo mejor idea que ir a esos mismos barrios a pedir algún préstamo "por las dudas". Algunos de esos barrios, además, dicen que en la "FAMILIA ROU" se ocultan cosas y que de seguir haciéndolo no la van a tomar más en cuenta.

El "fortachón" está en penitencia (él se lo buscó), el "encandilado" está cada vez más desnorteado e ineficiente, y el antiguo cabeza de familia no sabe donde es arriba y donde es abajo (dicen que tiene alzhéimer) .

En resumen, solo los hijos pueden llegar a salvar a la "FAMILIA ROU"... la cosa es que, por ahora, no muestran muchas ganas.

Por supuesto que mientras todo esto pasa, el "encandilado" sigue diciendo que la "FAMILIA ROU" nunca ha estado mejor.

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