sábado, 22 de noviembre de 2014

EL GALLINERO DE MI VECINO
 
 
Yo ya no entiendo nada.

 Les cuento.

 Resulta que mi vecino construyo un gallinero. Dice que así va a poder contar con huevos todo el año y de vez en cuando comerse un pucherete de bataraza.

 Yo me ofrecí a que si le sobraban huevos y no sabía qué hacer con ellos, se los compraba, siempre y cuando me los cobrara por debajo del precio que realmente valen.

 El hizo su evaluación y decidió que el proyecto era viable.

 Claro que para construirlo yo le vendí unas maderas viejas y unos tejidos de alambre viejos que tenía en el fondo. Y cierto es también que se los cobré más caros que lo que los podría hebr conseguido en una ferretería cualquiera. Su hijo, el que estudia, y que siempre es oposición a todo, protestó a voz en cuello diciendo que eso era un atropello. Pero yo dije que para apoyarse están los vecinos y que nuestra historia de casa linderas nos había más que hermanado y que por eso le compraba los huevos baratos y le vendía la madera cara.

 Mi vecino, enojado con su hijo, lo mandó a acostarse en el desván para que ya no jorobara y dejara las relaciones intervecinales seguir su curso histórico. Yo ante eso dije que esto lo hacíamos en memoria de su abuelo, que fue quién construyó su casa y agregué que ese viejo en realidad era el abuelo del barrio. Un especie de abuelo comunitario. Mi vecino quedó chocho!!!!

 Cuando tuvo el gallinero pronto, mi vecino me invitó para verlo. Yi llamé a toda mi familia y caímos en masa, incluso vinieron primos del campo.

 Ahí ante los ojos de la familia de mi vecino y de la mía que me aplaudía a rabiar, hablé de la importancia del gallinero, de que en verdad lo había pagado yo y de aquel viejo decrépito que no sé ni cómo se llamaba pero que me sirve para limar asperezas con mi vecino.

 Mi vecino, emocionado llamó a su esposa y ledijo que me entregara la llave de la cocina de su casa. Fue realmente emocionante.

 A la tarde, cuando terminó la inauguracón (porque no sé si les dije que mi vecina hizo unas pascualinas y compró dos bidones de naranjita) me marché a casa orgulloso de la unión intervecinal, con dos pollos y dos docenas de huevos en una canasta.

 Mi vecino lloraba de la emoción.

 Pero me pueden creer que el hijo, el que estudia, me puteaba desde el desván?

 Pero qué le pasa a este muchacho?

 Yo no entiendo nada!!!!!