martes, 21 de junio de 2011

15 DIAS EN MONTEVIDEO - CAPITULO 2 - PRIMERA MAÑANA . . . TECLAZO SALE A CAMINAR POR LA RAMBLA


Primera mañana en Montevideo...el sol parece acompañarme y me da la bienvenida!!! Qué ciudad!!! Envidia del mundo!!! Montevideo...la tacita de plata!!!
Ciudad maravillosa, llena de magia, perfumes y sonidos multicolores...que te embriagan, te llena, que hacen aflorar el romance..."Por qué no vas a caminar por la Rambla a ver si bajas esa panza?" me dice mi esposa quebrando el ambiente místico que con tanto trabajo había creado y haciendo que dos o tres querubines que revoloteaban en derredor de mi cabeza se vinieran al suelo y se reventaran sus rosados trastes contra el mosaico.
 Miré de reojo...me acaricié el "cementerio de tacos y enchiladas" y dije "Tá...voy a disfrutar de la mañana"...me puse el jogging, azul, vivos blancos, tennis al tono (ya no les digo "championes" ¿viste?), mi mp3 y salí presto a la calle. "Aaahhh!!! qué fresca está la mañana!!!" fui bajando a la rambla, a paso firme, respirando hondo!!! mmmmmmmmm Aaaahhhh!!!, y de pronto "puajjj!!!" un hedor!!!!, estaba junto a un contenedor verde rebosante de basura y malos olores, del que además salían dos pies enfundados en tennis Nyke de modelo más caro que los míos. Me asomé para ver qué era eso. El portador de los Nyke giró su cabeza y mirándome fijo me esputó "Rajá loco...si queré tirar basura ponela arafue...y si vení a hurgar esperá turno!!!!". Sorprendido por la salida del susodicho, me quedé atónito observándolo y dije "No Señor...solo pensé que alguien lo había arrojado a usted ahí dentro y pretendía auxiliarlo". El tipo frunció el seño, se sonrió, y dejó a la vista numerosos ventanales enmarcados por oscuros labios naranjeros. Se incorporó prestamente saliendo de la posición comprometedora y mirándome me dijo "Qué traé dogor???...queré un puntazo queré??". Confiezo que ya un poco trastornado por el encuentro y hasta con algo de temor di un paso en reversa al tiempo que le manifestaba mi arrepentimiento por haberle incomodado en lo que parecía tan noble tarea ecologista. "Mirá la pilcha que tené dogor!!!" volvió a hablar el caballero..."largá el EME PE TRÉ!!!"...No entendí y aproximándome a él inquirí "Como?"..."Que largué el EME PE TRÉ GIL"...me gritó esta vez, a la vez que tomaba entre sus manos un palo que sacó presto del contenedor. Al ver que sus intenciones no eran amistosas, procuré escaparme del lugar, por lo que giré sobre mis talones y comencé a correr hacia la rambla. Cuál no fuera mi susto cuando comprobé que el susodicho venía tras mi con el palo en ristre (les ruego que dejen de lado connotaciones fálicas a este comentario) y al grito de "Vení Chochán!!! Largá el EME PE TRÉ CARAJO!!!" ...Desesperado sentí como mis piernas entumecidas por el vuelo, los años, el sobrepeso y la falta de ejercicio se movían mucho más lentamente que las del susodicho, por lo que sin darme vuelta le grité..."Voy a llamar a la Policía!!" mientras le mostraba mi BlackBerry alzando la mano izquierda. A esto me refutó "Soy inimputable...y largá el celular también!!!". Viendo que ya casi me daba alcance y que el palo acortaba cada vez más su distancia con mi cabeza, decidí tomar una actitud valiente...de desprendimiento...y le arrojé el MP3 y el BlackBerry...pero lo jodí...pues no había pagado el Roamming antes de salir de México. El tipo se detuvo a recoger mis artículos, mientras yo continué corriendo rumbo a la rambla. Cuando llegué, mi lengua no lograba ser contenida por mi cavidad bucal. Mi respiración acelerada hacía que jadeara como un perro, mientras que mi baba bañaba mi jogging azul de vivos blancos. Con esa prestancia miré a los ojos a una dama que venía caminando, haciendo ejercicios matinales, ella me miró y cuando creí que me iba a ofrecer ayuda, sacó un rociador de pimienta y me lo disparó en los ojos al grito de "Degenerado!!!! Ya sos el quinto que me acosa en las últimas cuatro cuadras", caí tomándome los ojos y me revolqué por el piso mientras el pie de la acosada dama trataba, por suerte ineficientemente, de hacer blanco en mis genitales. Afortunadamente, tras la séptima patada se dio por vencida y retomó su ritmo de caminata, no sin antes escupirme.
Me incorporé como pude y al tratar de enderezar mi espalda pude ver como mi amigo del contenedor venía corriendo nuevamente blandiendo el palo y gritando "Jo puta...lo tiraste y el EME PE TRÉ no funca!!!". Pensé por un momento en quedarme para darle indicaciones de cómo obtener respuesta de la garantía del aparato, pero tras breves segundos pensé que lo mejor era volver a correr. En mi alocada carrera, tran grácil como un buey rengo, fui pisando caca de perro, tropezando con baldosas levantadas, resbalando con el desborde de otros contenedores que encontré en el camino, patinando en las aguas de los bordes de la vereda, metiendo la pata en alcantarillas descubiertas y golpeándome contra garitas de parada de ómnibus que ocupaban más de la mitad de la vereda.
Gracias al Señor observé que una viejecita que corría en dirección opuesta a la mía, pero por supuesto que con paso más firme que yo, traía un Ipod a su cintura, por lo que deduje que mi amigo del contenedor se detendría a atracarla. Giré sobre mis talones para comprobar mi presagio y me asombré mientras veía cómo la anciana le aplicaba a mi amigo una llave de Judo que hizo que el susodicho mordiera las baldosas. "Pendejo...ya trataron de robarme siete veces en 15 minutos y a todos les fué como a vos!!!" decía la abuelita que, a ojos vista, había tomado clases de artes marciales. Me puse a dar saltitos de felicidad sintiendo que esa noble señora era mi Gatúbela personal...mi super niña...mi mujer maravilla!!! Pero en ese festejo estaba cuando ví que un patrullero se detenía abruptamente, bajándose sus dos agentes ocupantes que de inmediato se pusieron a dominar a la anciana a golpe de cachiporra, mientras consolaban a mi amigo que, como dije, era inimputable "¡Vieja represora!" decía uno de los agentes...mientras que el otro le colocaba esposas y le decía que tendría pena gruesa por haber agredido a un menor.  Quedé estupefacto al ver que mi amigo se levantaba, recogía mi Black Berry y mi MP3, así como el Ipod de la anciana, mientras levantaba, por detrás de los abnegados agentes del orden, su dedo medio dedicado a la viejita y también a mí. En eso los agentes advirtieron mi presencia y uno de ellos dijo "Ese gordo debe ser el cómplice!!!" y se encaminó hacia mi. Pensé entonces en tratar de razonar con los dos agentes que al fin y al cabo son representantes de un gobierno que respeta los derechos humanos, y vela democráticamente por sus ciudadanos. Cuando me di cuenta que estaba siendo un pelotudo comencé a correr nuevamente. Por suerte el agente estaba en peor estado atlético que el mío, lo que es mucho decir, y se cansó a los treinta metros. Continué mi carrera, buscando ahora llegar a mi casa. Volví a tropezar con baldosas, resbalar con aguas servidas, golpearme contra las paradas, pisar caca de perro, ser empapado por agua despedida de los charcos que eran invadidos por los neumáticos de los carros que se desplazaban en las trasnversales a mi ruta. En la carrera me pidieron diez veces "una chapa para el vino", intentaron venderme cuatro rifas, seis malabaristas me pidieron "un peso para el arte" y para peor de cosas me volví a topar con mi amigo del contenedor que ahora me despojó de los Tennis.
Llegué a casa con los ojos irritados, el corazón saliéndoseme del pecho, la lengua de corbata, el joggin azul y vivos blancos babeado, sin mi Black Berry, sin mi MP3 y descalzo. Cerré la puerta tras de mí. Mi mujer me miró, sonrió y me preguntó "¿No te sentís mucho mejor ahora que hiciste ejercicio?" Mi respuesta no debió gustarle. Estoy escribiendo sentado en la puerta de la escuela del Barrio y en una Ceibalita que me prestó uno de los gurises que estaban acá y que accedió, a cambio de mi reloj, a dejar de ver pornografía y cederme su computadora por treinta minutos. Espero poder regresar. Amor...si me estas leyendo...¿salimos a pasear esta tarde por Montevideo?

4 comentarios:

  1. ay por dió , que manera de llorar de la risa... y de llorar de pena por la triste realidad !

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  2. Suena Dantesco, pero es real, este sentimiento de horror lo padecen todos los ciudadanos descentes de la Suiza de America jaja....se jactan de una rambla donde ya no se puede caminar a ninguna hora del dia....en ves de ser tan ignorantes y llamarse la Suiza de America, deberian considerar el parecido con Sierra Leone !!!!

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  3. Simplemente, espectacular. Mis labios no dejaron de curvarse en todo el relato! Soy joven y ese tipo de incidentes es comentario común entre mis amigos, pero a modo de broma o burla, nunca TAN elaboradas como la presente! La verdad... Simplemente, EXCELENTE!

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