jueves, 2 de febrero de 2012

DAVID VOLVIÓ A VENCER A GOLIATH, O AL MENOS ESO ES LO QUE SE CREE ÉL


"Pase y siéntese...tenemos que hablar" me dijo el médico poniendo una cara como de "querés que te llame al cura?"...yo, como soy un chico obediente, pasé tímidamente mientras sentía que mi estatura se reducía unos cinco centímetros...efecto quizás del proceso de introducción de mi cabeza entre mis hombros. Lo miré mientras mi labio inferior temblaba.

"Siéntese" insistió el galeno, a la vez que se iba para su lado del escritorio y se sentaba en su silla giratoria medio escorada hacia la izquierda ("jé" pensé "siempre tiraste para el mismo lado vos").

Yo lo miré con ansias, temí hablar...y hubiera deseado tener en mis manos un sombrero como en la época del cine de oro argentino, cuando el muchachito se enfrentaba al padre de la novia y comenzaba a hacer girar el ala de aquel elegante accesorio entre sus manos...como no lo tenía...no tuve más remedio que tamborilear con mis dedos sobre los apoya brazos.

El médico depositó sus codos sobre el escritorio y llevó sus manos, dedos entrecruzados, a su mentón, mientras me seguía mirando con ojos inquisidores.

Yo seguí tamborileando.

"Ejem" o algo parecido fue lo que salió de la boca de mi Torquemada particular. Por un instante me puse a dilucidar, si la mirada era acusadora o de asquito.

"Y? Como estamos Doctor", dije yo con hilito de voz y poniendo mi mejor o peor cara de nabo, tratado de arrancarle una sonrisa a mi verdugo y lograr de esa manera, quizás el indulto en el último minuto.

"Yo bien", me dijo mirándome por encima de sus anteojos ochenteros, y sin desplazar sus manos apoyamentones, ni esbozar la más mínima sonrisa. Concluí...sí...la mirada era de asco.

"Qué tengo Doctor?"...dije manteniendo mi último residuo de dignidad y antes de arrojarme al piso suplicante pidiéndole su mayor esfuerzo para que me concederla al menos dos semanas más de vida.

"Mejor le digo lo que usted no tiene" me dijo, ahora poniendo sus manos sobre el escritorio y tomando con la izquierda (zurdo tenías que ser jounagranputa) un lapicera imitación Mont Blanc.

Mis cavidades oculares se abrieron de tal forma que temí que mis ojos rodaran sobre el escritorio y fueran a darse contra un portalápiz, gentileza de un conocido laxante.

"Usted no tiene responsabilidad...usted no tiene orgullo...usted no tiene disciplina...usted no tiene..."

"Otra vez rebotó un cheque mió?" lo corté abruptamente.

"No, no es eso, ...usted mi amigo (¿a quién le decís amigo pedazo de un Menguele?) esta GORRRRRRRRDOOOO"

Hubiera querido responder: "Nooooooooooooooo!!!! No puede ser!!!! Calamidad!!!! Por qué a mi?????? Señor ten piedad!!!!!!"

Pero lo que me salió fué: "Y la camiseta de Peñarol es amarilla y negra".

En un santiamén, toda la aureola de poder que le había asignado al galeno se fue al caño. ¿Pero por qué este hipócrita hijo de hipócrates no me dice algo que yo no sepa?...¿Se cree que no sé lo que es ver cómo en la sastrería cuando pido un pantalón se van derechito al extremo más al fondo del barrote?...¿Se cree este sonámbulo discípulo de Galileo que no veo la cara de pánico del pasajero que está sentado al lado de mi butaca en el avión, cuando me ve acomodar mi portafolios justo encima de esa ubicación?

"Qué ocurrente...JEJE...vamos a tener que ponerlo a Dieta"...ahí ví cómo le corría un hilito de baba por la comisura izquierda del labio (zurdo, zurdo y recontra zurdo), y de sus ojillos salía una luz que decía "ahora vas a ver lo que te pasa por hacerte el gracioso...chochán sedentario".

Pensé por un segundo en levantarme e irme, pero la curiosidad de saber cómo terminaba este episodio hizo que me agunatara un poco más.

La Mont Blanc trucha comenzó a hacer algunos surcos no interpretables por ser humano alguno, sobre unas hojitas blancas..."le gustan las verduras?" me preguntó...

Antes de hacer una arcada le dije "No"

"Lo lamento" respondió...y empezó a decir mientras seguía rayando las hojitas "acelga, espinaca, berro, lechuga...todo preferiblemente crudo, sin sal y sin aceite...con limón quedan muy bien"

Mis dedos comenzaron a apretar el escritorio...ni fuerza para seguir tamborileando...

"El pescado cómo le gusta?" preguntó el cínico.

"En su medio, nadando libre y alejado de la costa" le respondí.

¿Para qué hice eso? ¿Quén carajo me dijo que soy humorista?...me volvió a sonreir y mrarme como diciendo "¿sos retobado gordito?"

"Lo va a comer hervido, sin sal...mucho limón...queda bueno"

Algo subió por mi garganta y cuando estaba a punto de vomitar me dije "Nooo...quien sabe cuando vuelvo a probar alimento y reponer lo que vomite".

"El pollo lo va a comer sin piel, a la plancha o parrila, sin sal ni aceite...puede comer 200 gramos en el almuerzo o en la cena"

Doscientos gramos de pollo????...y en el segundo bocado qué mastico?

"Carne roja, como premio, los domingos...un churrasquito de 250 gramos, a la plancha...por supuesto que sin sal." agredióme nuevamente el pérfido hijo de la Udelar.

Un sudor frío comenzó a correrme por el cuello y la espalda, se me secó la boca, sentí sed...entonces aproveché e hice la pregunta...

"Puedo tomar refrescos Light?"

"Nooooooooooooo!!!" dijo entrecerrando los ojos y frunciendo la trompa como oliendo caca..."Los refrescos Light son una mentiiiiiiiiiiiiiira!!!!...agua, agua pura, fresca, con hielo...con mucho limón"

"Usted produce limones Doctor?" le pregunté...¡qué boludo que soy!!!!

Me miró ya enceguecido ... se aprestaba a darme el tiro de gracia....

"Y no me vaya a tomar alcohol....nada...ni una gota"

"Ni un poquitito?"

"Nada es nada!!!"

Ya no pude decir nada más...me quedé sentado, humillado, hundido, entregado...Goliat había sido vencido por David una vezz más (omití decir que el Doctor medirá 1.55 y debe pesar cincuenta quilos...y eso si se pesa inmediatamente despues de haberse duchado con la ropa puesta).

Se paró triunfante...dió la vuelta alrededor del escritorio...y como San Jorge vino derecho a poner su pie izquierdo (¿les dije que es zurdo?) encima de la cabeza del dragón.

"Sea responsable, cúmplame esto al pie de la letra...venga dentro de 15 días...quiero que haya bajado al menos 6 kilos!!!!"

"¿Qué me amputo?"...dije...cayendo nuevamente en la trampa del que se cree comediante.

Me dió la mano, me acompañó hasta la puerta...yo arrastraba los pies...contenía las lágrimas...temblaba...las hojitas garabateadas e ininteligibles se sacudían en mis manos...me despedí con un suspiro...

Caminé por la vereda, pensando para mis adentros, que necesitaba entonces un cambio de vida...poner todo de mi, y demostrarle que yo puedo, que no tiene por qué desconfiar de mi autocontrol y que en los últimos años haya aumentado taitantos kilos es cuestión de los avatres del destino pero que eso no iba a poder contra mi férrea voluntad.

Seguí caminando. Se hizo la hora del almuerzo. Recordé la lechuguita y los 200 gramos de pollo. Entre a un bar...me senté...el mozo me miró con simpatía

Sin saludarlo espeté "Un canadiense al plato...completo"

2 comentarios:

GRACIAS POR COMENTAR.